¿Tienes un problema? No lo enfoques como hasta ahora, concediéndole una importancia que no tiene, malhumorándore y preocupándote por hábito: sonríe, míralo desde un punto más alto, quítale importancia, proponte una resolución y sorpréndete: habrás ganado, al menos, esa nueva resolución.
Buen consejo.
ResponderEliminarBesotes! ;***